LA BODEGA
Las dos almas
de Rioja
En 1889, al descender de los recios pueblos serranos, llevaron consigo todo un saber ancestral vinculado a los rebaños y a las praderas de montaña. Se establecieron en el paisaje de las riberas y las colinas de viñedo, donde aprendieron a cultivar sin perder nunca el carácter de siempre. Desde su precursora, Catalina Martínez, la Familia ‘Corta’ ha mantenido la fidelidad a esta tierra singular.
Tradición y modernidad en vinos que encarnan La Rioja
Hoy, la esencia de Martínez Corta contiene la sierra y el valle, los montes agrestes y las amables tierras bajas, el mundo de los bosques y el mundo de las viñas. Las dos almas de La Rioja, representadas en una historia familiar fascinante y en unos vinos llenos de vida y verdad que hoy se elaboran en una innovadora Bodega fruto del esfuerzo, con una característica planta octogonal rodeada por un paisaje adornado por el viñedo. Una fusión perfecta entre modernidad y tradición que representa el espíritu de la marca.